miércoles, 26 de agosto de 2009

MAQUETA IUNA

lunes, 24 de agosto de 2009

BITTER SWEET ARQUITECTURA


... sólo es posible con un señor taxista muy amable.......

jueves, 13 de agosto de 2009


SEGUIMOS SUBIENDO DE ESPALDAS!!!

σκέφτομαι (v.)

aludir a, considerar, estimar, estudiar, intentar, juzgar, PENSAR EN, PENSAR SOBRE, querer decir, razonar, referirse a, tener el sentido común, tener en cuenta, tener la previsión de, tenerse por


 

CELEBRACIÓN DE LAS CONTRADICCIONES / 2

Desatar las voces, desensoñar los sueños: escribo queriendo revelar lo real maravilloso, y descubro lo real maravilloso en el exacto centro de lo real horroroso de América.
(...) Cada promesa es una amenaza; cada pérdida un encuentro. De los miedos nacen los corajes ; y de las dudas, las certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible; y los delirios, otra razón.
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.
En esa fe, fugitiva, creo. Me resulta la única fe digna de confianza, por lo mucho que se parece al bicho humano, jodido pero sagrado, y a la loca aventura de vivir en el mundo.




El libro de los abrazos.
Eduardo Galeano

viernes, 7 de agosto de 2009



CELEBRAMOS LAS CONTRADICCIONES SUBIENDO HACIA ATRÁS.


σκέφτομαι (v.)
aludir a, considerar, estimar, estudiar, intentar, juzgar, pensar en, pensar sobre, querer decir, razonar, referirse a, TENER EL SENTIDO COMÚN, tener en cuenta, tener la previsión de, tenerse por

... a modo de introducción:

MÁS SOBRE ESCALERAS

En un lugar de la bibliografía del que no quiero acordarme se explicó alguna vez que hay escaleras para subir y escaleras para bajar; lo que no se dijo entonces es que también puede haber escaleras para ir hacia atrás.
Los usuarios de estos útiles artefactos comprenderán sin excesivo esfuerzo que cualquier escalera va hacia atrás si uno la sube de espaldas, pero lo que en esos casos está por verse es el resultado de tan insólito proceso. Hágase la prueba con cualquier escalera exterior; vencido el primer sentimiento de incomodidad e incluso de vértigo, se descubrirá a cada peldaño un nuevo ámbito que si bien forma parte del ámbito del peldaño precedente, al mismo tiempo lo corrige, lo critica y lo ensancha. Piénsese que muy poco antes, la última vez que se había trepado en la forma usual por esa escalera, el mundo de atrás quedaba abolido por la escalera misma, su hipnótica sucesión de peldaños; en cambio bastará subirla de espaldas para que un horizonte limitado al comienzo por la tapia del jardín salte ahora hasta el campito de los Peñaloza, abarque luego el molino de la turca, estalle en los álamos del cementerio, y con un poco de suerte llegue hasta el horizonte de verdad, el de la definición que nos enseñaba la señorita de tercer grado. ¿Y el cielo, y las nubes? Cuéntelas cuando esté en lo más alto, bébase el cielo que le cae en plena cara desde su inmenso embudo. A lo mejor después, cuando gire en redondo y entre en el piso alto de su casa, en su vida doméstica y diaria, comprenderá que también allí había que mirar muchas cosas en esa forma, que también en una boca, un amor, una novela, había que subir hacia atrás. Pero tenga cuidado, es fácil tropezar y caerse; hay casas que sólo se dejan ver mientras se sube hacia atrás y otras que no quieren, que tienen miedo de ese ascenso que las obliga a desnudarse tanto; obstinadas en su nivel y en su máscara se vengan cruelmente del que sube de espaldas para ver lo otro, el campito de los Peñaloza o los álamos del cementerio. Cuidado con esa silla; cuidado con esa mujer.





Julio Cortázar.
http://www.juliocortazar.com.ar/suvoz.htm



Anabela, Fabiana e Inés.